Pólvora en los dientes -1220 AM

IN "EVERY BREATH YOU TAKE" DE THE POLICE (00:00) Y PERMANECE HASTA QUE TERMINA. SILENCIO DE (00:05).

...No sé si se han puesto a pensar en lo fácil que sería convertirse en un asesino cuando tenemos una buena razón. Todos los días vemos en los periódicos asesinatos, robos, delitos que nos pueden parecer despreciables. Todos hemos sido víctimas de una injusticia, todos hemos sentido impotencia alguna vez, todos nos hemos sentido incapaces de entender cómo una persona puede vivir con el remordimiento de un día haber tomado un arma para ponérsela a otro en la frente y simplemente disparar porque el otro se resiste a un asalto. Pero la violencia es un diminuto grano de pólvora que está en medio de nuestros dientes, dispuesto a explotar al más mínimo roce. La violencia no nace de un odio desmedido hacia alguien, no nace de una especie de maldad hospedada en el fondo de nuestros corazones. Todos somos un asesino en potencia que puede despertar a la menor provocación. Del odio al amor, sólo un paso. Del amor al odio, medio. Hay criminales que no despertaron pensando en ensuciarse de sangre las manos esa noche. Quizás las cosas se salieron de control en el momento menos esperado. Apretaron los dientes sin saber que tenían la boca llena de pólvora. Y explota. Escuchando a The Police pienso que es muy fácil que una persona cambie. Que la atracción se convierta en una obsesión, y la obsesión en un crimen. ¿O será que los enamorados de los ochenta tenían más libertades? Simplemente podían seguir a alguien por todos lados, investigar dónde tomaban el camión, subirse al mismo sólo para saber en dónde vivía esa persona... y quizás pasar muy seguido por ahí, quizás pasar precisamente a la hora en que sabía que sale, provocar los encuentros, aparecer con la camiseta de su banda preferida para que los viera. Definitivamente, hoy estaríamos en la cárcel si hacemos todo eso. Pero antes se podía. Y quizás sea envidiable. Antes no había Facebook para husmear en las fotos de un desconocido. Antes tenías que esforzarte un poco más, aunque el esfuerzo cayera en la obsesión. Pero qué amor no es una obsesión. El amor verdadero, es un costal de pólvora regado por nuestro cuerpo, tiene gatillos por todos lados. La sonrisa perfecta de la chica que nos gusta tiene más poder que el detonador de un revolver. Así es la música. Así es la naturaleza humana. Así es el arte. Así es la Literatura, y eso es lo maravilloso de la poesía. Quizás el autor estaba pensando en una tierna historia de amor, pero al escucharla y comentarla en la radio, estoy pensando en un amor enfermizo que se convierte en un crimen. Y quizás, usted mientras conduce su auto con camino a casa, está pensando en cómo Jonás, un modesto conductor de radio podría convertirse un día en un asesino serial. Vaya, así es el arte. Pero basta de palabrerías, los dejo con este corte comercial, cuando son las diez de la noche con treinta minutos, diez con treinta.




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